Medicina solo hay una, y la homeopatía es una terapéutica, una herramienta más al servicio de profesionales y pacientes, perfectamente complementaria con otras estrategias
terapéuticas. De esta forma, la Homeopatía puede utilizarse de forma exclusiva para ciertas patologías, sobre todo en agudo (gripes, tos, diarreas, contusiones, etc.), o como complemento de los
tratamientos convencionales, sobre todo en pacientes con patologías crónicas (alergias, dermatitis, asma, ansiedad, etc.) o en infecciones de repetición (cistitis, otitis infantiles, etc.).